La luz va a subir (otra vez) y esta vez tiene nombre: Red Eléctrica
Hoy, 20 de octubre de 2025, la CNMC ha dado luz verde a las medidas de emergencia que Red Eléctrica llevaba pidiendo desde principios de mes. El motivo: evitar otro apagón como el del 28 de abril que dejó a España a oscuras durante horas.
¿Qué ha pasado exactamente?
Red Eléctrica detectó variaciones bruscas de tensión en la red durante las últimas semanas. Aunque los niveles se mantuvieron dentro de los límites permitidos, el riesgo es real: esas oscilaciones podrían desencadenar un efecto dominó y provocar otro colapso del sistema.
La solución aprobada incluye cambios en tres procedimientos clave de operación del sistema eléctrico. Son medidas temporales, con vigencia inicial de 30 días, prorrogables hasta tres meses.
El problema de fondo
España está viviendo un desajuste geográfico: el sur se ha llenado de plantas solares que generan energía de forma intermitente, mientras que las centrales térmicas capaces de estabilizar la red están en el norte. Cuando el sol pega fuerte en Andalucía, la red se vuelve extremadamente sensible.
Desde el apagón de abril, Red Eléctrica opera en modo de emergencia, manteniendo encendidas decenas de centrales de gas cada día para evitar que el sistema se desestabilice.
¿Y mi factura?
Aquí viene lo que realmente importa: estas medidas van a encarecer la luz. El motivo es sencillo: para estabilizar la red, se limita la participación de las energías renovables (baratas) y se aumenta el uso de ciclos combinados de gas (caros).
Los números hablan por sí solos. Los servicios de ajuste para mantener la red estable han pasado de 240 millones de euros en 2019 a 4.000 millones en 2025. Solo desde abril, estas operaciones de emergencia han costado más de 1.000 millones adicionales.
El resultado es una paradoja: España tiene uno de los precios mayoristas de electricidad más bajos de Europa, pero los consumidores pagamos una de las facturas más altas. La razón es que el precio del mercado es solo la mitad de lo que pagamos; la otra mitad son costes de estabilidad del sistema, peajes y impuestos.
Conclusión
Las medidas aprobadas hoy son necesarias para evitar otro apagón. Nadie quiere volver a quedarse sin luz durante horas. Pero la realidad es que vamos a pagarlo en la factura, y no parece que sea algo puntual. Mientras no se resuelva el problema estructural de la red eléctrica española, seguiremos pagando el precio de un sistema diseñado para el siglo XX operando con la energía del siglo XXI.